2009: en el CENTENARIO de su nacimiento


Félix Pita Rodríguez

(Cuba, 18.02.1909 - 19.10.1990)

Poeta, narrador, ensayista, periodista, traductor y crítico literario cubano. Se adhiere al vanguardismo en Cuba.
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OBRA:

-Poesía-
  • Corcel de fuego, F. Ayón, La Habana, 1948.
  • Las crónicas. Poesía bajo consigna, Ediciones Nuevo Mundo, La Habana, 1961.
  • Las noches, Ediciones La Tertulia, La Habana, 1964.
  • Historia tan natural, Ediciones Unión, La Habana, 1971.
  • Tarot de la poesía, Ediciones Unión, La Habana, 1976.
  • Poesía, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1978.

-Cuento-

  • San Abul de Montecallado, Colección Lunes, México, 1945.
  • Tobías, Editorial Lex, La Habana, 1955.
  • Cuentos completos, Ediciones Unión, La Habana, 1963.
  • Niños de Viet Nam, Editorial Gente Nueva, La Habana, 1968.
  • La pipa de cerezo y otros cuentos, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1987.
  • Aquiles Serdán 18, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1988.
-Otros-
  • Poemas y cuentos, Ediciones Unión, La Habana, 1965.
  • Viet Nam, notas de un diario, Ediciones Unión, La Habana, 1968.
  • Elogio de Marco Polo, Ediciones Unión, La Habana, 1974.
  • Prosa, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1978.


LA NOCHE DE NEFERTITE

Remontando un agua de tinieblas, por los más olvidados espejos de bronce escoltada, ella, la mensajera de sí misma, la doliente de no puede ya recordar qué pena, vuelve.

Nada le dice, nada significa su resplandor antiguo, su ambigua y fatigada manera de regresar volando, de vencerse a sí misma, de negarse tal vez a traspasar la puerta que nadie guarda, salvo el náufrago olvidado por la muerte bajo palabra.
El rencor cenagoso de Amón Ra, se trasvasa desde el corazón vencido y acongojado de Akenatón, hasta su víscera más profunda, aquella que tiene por única función la de acendrar el aceite esencial de la esperanza.

«La muerte cicatriza el odio de los hombres — musita amargamente, acodada en el barandal desolado del aire de la noche —. El odio de los hombres tiene un último paso, una nota final en su melodía. Pero Amón Ra es un dios y el odio de los dioses nace de la misma simiente que la desdichada flor del papiro negro, cuyos pétalos se reproducen de sí mismos, eternamente».

Boga desbrozado el silencio inaudito que nada tiene fuerza bastante para romper, el silencio que no puede ser imaginado del gran mar sin orillas que comienza más allá de la Ultima Thulé.


RETRATO

Un candor cierto por la persistencia de tu tesis
brillante;
un candor y otras cosas que no pueden nombrarse.
Ciertos pájaros claros de evidencia metálica;
cierta anfibia manera de pronunciar la erre,
y una sombra y su acento de haber perdido siempre
varias frutas maduras.
Eso va delatando, como un jardín cualquiera,
tu sentido del tacto.

El color amaranto no te va bien volando.
Te recoge, te ciñe, como un color guerrero.
Y más que no recuerdo.

Parlamenta, convence. Tu ternura sin ruedas, sin
ángeles
ni cintas, de placidez de alfombra, puede sacar
partido.

Y es lo que no se espera lo que tiene remedio,
lo que puede ser cierto.
Una muerte tan dulce siempre llega a destiempo,
entre el doblado miedo, jícara persistente
donde tu corazón guarda mis arrabales.

¡Oh, mi dulce hoja verde!


CIERRA LA PUERTA, AGUARDA

Cierra la puerta, aguarda.
Llegará lo que esperas cuando ya no lo esperes.
Ponte en el corazón la verja más segura.

Que no entre nadie, nadie, no hay sitio,
está ocupado hasta el rincón más alto,
donde la última estrella
viene en la madrugada a lavarse las manos.
Cierra la puerta, espera:
te ha de nacer un día el azar más seguro,
y tú serás su dueña.